martes, 4 de septiembre de 2007

Antonio Puerta




Hoy es un día triste para el mundo del futbol y en especial para los sevillistas: Antonio Puerta, jugador del Sevilla FC ha fallecido a primera hora de esta tarde.
No soy muy futbolera y por ello no le conocia mucho, salvo en esta ultima temporada historica del Sevilla que me ha permitido conocer a más equipos que no sean R.Madrid y Barça.O tal vez porque fue el que marcó el gol de la victoria de la final de la UEFA.
A continuacion recogemos una breve biografia para quien quiera conocer su carrera.
Antonio Puerta Pérez, nacido en Sevilla el 26 de noviembre de 1984, fue un sevillista de cuna pese a que su padre, Añoño, militó en el Triana Balompié, un histórico filial del Real Betis.
Puerta debutó en Primera el 21 de marzo de 2004, de la mano de Joaquín Caparrós. Fue en un partido ante el Málaga, que esa tarde se llevó los tres puntos (0-1) pero el interior zurdo ya apuntó algo de lo mucho bueno que daría en su corta carrera.
En la temporada 2004-05, Puerta alternó presencias en el primer equipo con su participación en el filial, en el que un ex jugador también canterano, zurdo e internacional, Manolo Jiménez, lo mimó hasta convertirlo en el futbolista desequilibrante que acabó por ser.
Al final de esa campaña, el sevillista tuvo un papel destacado en la obtención de la medalla de oro en los Juegos del Mediterráneo de Almería 2005 por parte de España, en los que participó junto a su compañero Kepa Blanco.
Asiduo desde entonces en las convocatorias de la selección sub-21, Puerta tuvo la oportunidad de debutar como internacional absoluto en un partido oficial ante Suecia, en octubre de 2006. Curiosamente, Luis Aragonés lo citó debido a la lesión de otro producto de la cantera sevillista, José Antonio Reyes.
Pese todo lo relatado, Puerta pasará a la historia por el gol que marcó el 27 de abril de 2006. Aquella noche, ante el Schalke 04 alemán, una excepcional lanzamiento cruzado con la zurda en la prórroga clasificó al Sevilla para su primera final en 44 años (1-0). Dos semanas más tarde, el club ‘palangana’ ganó al Middlesbrough (4-0) la Copa de la UEFA, primer título del club en seis décadas.
Por la trascendencia histórica de ese tanto, que permitió abrir una serie de cinco títulos en 15 meses que podría ampliarse con la obtención de la segunda Supercopa de Europa, la acción quedó bautizada como “el gol que cambió nuestras vidas”, y así ha sido para varias generaciones de sevillistas, que esa noche vieron desaparecer el fantasma de un club irremediablemente perdedor.
Ese 27 de abril, era jueves de Feria en Sevilla y la expresión vino regalada: “Puerta grande“, titularon todos los periódicos. Al día siguiente, el torero sevillano Salvador Cortés cortó cuatro orejas en La Maestranza, una hazaña inédita en tres décadas. Salió a hombros por la Puerta del Príncipe, que aquella tarde era la “Puerta de Antonio”.






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